A veces las cosas no nos gustan como son, pero a pesar de que no nos gustan, seguimos igual, sin cambiar nada. Creo que debería haber más ilusión, si algo no te gusta, intentas cambiarlo, pues no pierdes nada. Las personas somos quejicas de naturaleza, y quejarse, no es algo malo, o ser un "tiquismiquis", cuando uno lo hace, es porque no le gusta la situación en la que se encuentra. Así que cámbiala, modifícala a tu gusto, y si no puedes (cosa que es muy poco probable) observa tú alrededor de otro modo.
Hay momentos para todo. Momentos felices, momentos perfectos, ¿por qué debería haber momentos malos? No… para mí esos no existen, vivo en mi nube perfecta donde yo elijo lo que entra y lo que sale. Yo soy la sentenciadora de una vida maravillosa sin guerras, ni poder, sin lucha, ni egoísmo, un mundo donde solo yo puedo decidir como hacer ese mundo. Y río por que la verdad de mis palabras me abruma, miro el cielo y vuelvo a sonreír como siempre lo he hecho. ¿Por qué hubo malos momentos? No los hubo, tú dejaste que te los hicieran. Porque hay que ser fuerte y combatir el miedo, lo que temes al final acabas riéndote de ello, nada es más que tú, nadie tiene tanto poder como tú para hacer de tu vida, una vida perfecta. Tú eres el creador de tu cuento, de tu historia, y podrás decidir si es una historia de uno o de dos, comparte tu vida con aquella persona que siempre deseaste descubrir, con aquel desconocido que nunca viste su rostro, pero siempre lo imaginaste, con aquella persona que te comprende como si fuera parte de ti. Búscala y encuéntrala, porque te mereces ser feliz. Porque los “porqués” resuelven todo. Cierra los ojos, imagínatelo y simplemente guárdalo para cuando sea el momento sacarlo y que se haga realidad. Simplemente hay un siguiente, donde tú creíste que había un final. No hay final si uno no quiere.
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